martes, 17 de diciembre de 2013

Sin dueño.





Yo no sé que decir cuando veo su mano tocar otra mano que no es la mía. Que se me va el mundo y me cuesta alcanzarlo. Ya no miras hacía atrás como solías hacer antes y es que si lo haces me verías a mi, pero ya estás demasiado lejos.

No puedo mirar cada fotografía sin ver que estás tan joven y sin ganas de sumergirme en ellas. Y esa sonrisa en la que me quité la vida pero también me la devolvió. Cuanto daría por volverla a tener cerca de mi.

Es raro tener un hueco en la cama que solo ocupa mi brazo en tu busca para un abrazo. Que cada noche me despierte tu recuerdo y me quiera morir, poco a poco porque todo fue un puto sueño con sabor amargo.

Ojalá los silencios fuesen tu voz.

No te imaginas cuanto duele(s) cada vez que abro los ojos y no estás y sé que no volverás. Que la Luna se queda pero tu no y de que sirve entonces, si duele(s) de verdad que no puedo hablarte de cuento duele(s).

No existirá el día en que volvamos a leernos. Has conseguido que todas mis lineas hablen de ti, solo y exclusivamente
de ti. Iba a inventarme una palabra para plasmar todo lo que siento y no iba a ser el típico 'te quiero' pero ya es demasiado tarde. Porque no estás, porque te has ido, te has ido con mi corazón atado al tuyo.

Dicen que no nos suceden cosas para las que no estamos preparados pero yo no sé si estoy preparada para tomar el tren y dejarte o si no lo estoy. No sé si tratarás bien mi corazón, cuídalo por que está herido.

Y mirar, la última vez, antes de subir al vagón para una nueva página en blanco donde tu no existes. Y ojala volvieses para ayudarme a rellenar las páginas en blancos que me quedan. Por que no conozco mejor escritor que tu.

Cuidado, estoy en peligro de derrumbo.

¿Existes?

No sé si existes 
pero yo te quise 
y todavía resides
tan vivo
en la primera capa 
de mi corazón

Me inventaría tú nombre
me soñaría tu cara
me imaginaría tu mano
sobre mi cuerpo
y todo en poco tiempo
es lo que tengo

Oí tu voz en mi recuerdo
y mi lamento 
es no poder volver a verlo

tan frío tan distante
sin ni siquiera haber existido
en mi 
que desidia